TARJETAS DE CRÉDITO, LUDOPATÍA Y LEY DE SEGUNDA OPORTUNIDAD
La ludopatía es un trastorno adictivo que consiste en la imposibilidad de frenar la compulsión a jugar.
El endeudamiento es una de las principales consecuencias de la adicción al juego afectando a las personas que sufren de esta enfermedad, así como a sus familiares y allegados.
Esto supone un impedimento para la rehabilitación ya que se crean entornos de vulnerabilidad en los que los recursos económicos para hacer frente a gastos cotidianos van desapareciendo.
Tanto las casas de apuestas como las entidades bancarias facilitan la posibilidad de pedir préstamos o utilizar créditos de las tarjetas revolving, además las restricciones por impago y notificaciones tardan un tiempo en aparecer, lo que facilita la acumulación de deudas crecientes y al mismo tiempo ocultas.
El fenómeno de las plataformas online de juego no ha ayudado a mejorar este problema si no que lo ha agravado considerablemente, al no haber casi regulación sobre el flujo monetario y de usuarios.
Una de las características de esta nueva versión del juego, es su fácil accesibilidad, a través de cualquier aparato electrónico con conexión a internet, y a más abundamiento, al no tener que trasladarse físicamente a un salón de juego, la posibilidad de apostar está mucho más presente en el día a día del jugador.
En cuanto al pago en los mismos, como ya hemos mencionado anteriormente, se ha agilizado con el uso de las tarjetas de crédito. Con ellas, se pierde más fácilmente la noción de lo que se ha gastado dificultando la posibilidad de poner un límite a la cantidad de dinero que se dedica a estas actividades.
Siguiendo esta línea, el alarmante número de endeudados por esta causa, llevó a que el 14 de abril de 2020, Reino Unido prohibió el uso de tarjetas de crédito para apostar tanto en línea como en establecimientos públicos.
Esta medida se tomó tras llevar a cabo un proceso de consulta pública sobre la regulación del sector que mostraba el hecho de que 24 millones de adultos en Reino Unido participan regularmente en apuestas y cerca de ochocientos mil, con tarjetas de crédito. Esta medida busca conseguir una capa de protección adicional para las personas vulnerables a sufrir ludopatía.
Esta noticia fue bien recibida por el Ministerio de Consumo del Gobierno de España, que estudia la posibilidad de aplicarla. La asociación para la Prevención y la Ayuda al Ludópata confirma que el jugador no se está gastando simplemente sus ahorros o el dinero que destinaría a esas cosas, si no que se está gastando un dinero que ni siquiera tiene.
En España las cifras siguen tendencias parecidas a las de Reino Unido, además el perfil de estas personas ha sufrido cambios a lo largo de los años, dejándonos ver que cada vez más jóvenes se ven afectados por las apuestas deportivas y juegos de apuestas similares.
El 15 de febrero de 2021, el Ministerio de Consumo creó el fichero EFICAZ, para evitar que las personas con adicción al juego puedan pedir créditos rápidos y así seguir endeudándose. En él, las personas que lo deseen pueden inscribirse de manera voluntaria y gratuita y de esta forma se les denegará automáticamente el acceso a créditos rápidos. Esta limitación no afecta a otros préstamos o hipotecas que no tengan que ver con el juego.
Posteriormente, el 12 de julio de 2021 se elaboró un proyecto de real decreto por el que se regula el desarrollo de entornos más seguros del juego. En el capítulo III sobre políticas activas de información y protección añadidas para determinados colectivos de jugadores; sección 1ª “jugadores intensivos y participantes jóvenes”; vemos en su artículo 20: “queda prohibido el uso de tarjetas de crédito por parte de los jugadores intensivos”, el intento de regulación de este caso, que todavía no ha llegado a ningún puerto.
Por último, cabe destacar que, si la persona física tiene deudas por ludopatía, hasta el punto de no poder hacer frente a determinados pagos y responsabilidades, y por ello quiere acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad para conseguir el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho, es necesario que la adicción al juego de la que hablamos impulse solamente acciones poco responsables, pero no maliciosas (deudor de buena fe). Incurrió en gastos excesivos, pero sin querer perjudicar a nadie, pidió prestado dinero a familiares o amigos o solicitar mini créditos online.
En todo caso, el incurrir en deudas innecesarias no es compatible con el tratar de llegar a acuerdos con acreedores, solicitar quitas o aplazamientos de las obligaciones de pago.